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| Esteban Gutiérrez Gómez por José Manuel Vara |
Esteban Gutiérrez Gómez ha publicado los libros El laberinto de Noé (2008) y El colibrí blanco (2009). Imparte talleres de creación literaria de narrativa breve, es asesor literario de la revista Al Otro Lado del Espejo, dedicada en exclusiva al cuento. Fue el artífice del Manifiesto por el cuento. Ha colaborado en las antologías Vinalia Trippers. Plan 9 del Espacio Exterior, Los rincones más oscuros: Antología del miedo, Perversiones. Breve catálogo de parafilias ilustradas y Viscerales. Junto a Patxi Irurzun ha coordinado el libro Simpatía por el relato. Antología de cuentos escritos por rockeros (2010). Al ser un ser disociado publica su poesía bajo el pseudónimo de “Bacø”.
En Eutelequia ha publicado La enfermedad del lado izquierdo, la historia de un hombre que se rebela contra una vida cuadriculada y paralizante; contra las absurdas normas domésticas que anota su mujer en ese cuaderno (cuándo debe ducharse, cuándo hacer el amor...); contra un trabajo estresante y deshumanizado; en definitiva, contra una existencia que poco a poco enferma la parte del cuerpo en la que se aloja el corazón. Como los viejos marinos que alargaban la línea de la vida acuchillándose la palma de la mano, el protagonista decide trazar él mismo su destino, dar una nueva oportunidad al amor, encontrar las respuestas en el viento, entre otros náufragos del materialismo y la prisa. Una novela con reminiscencias beats, que recupera el espíritu hippie despojándolo de complejos gracias a la fina ironía con que es narrada. Una gran metáfora en forma de flor salvaje.
Gutiérrez asegura identificarse con Cervantes, admirar a Don Quijote de la Mancha por sus ansias de cambiar el mundo y usar la palabra "hablar" de manera constante.
¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
Si existe, que no estoy muy seguro de que sea así. Para mí la felicidad perfecta son pequeños momentos de paz espiritual, de calma y sosiego de cuerpo y mente.
¿Cuál es su miedo más grande?
Me obsesiona eso que se llama “fuego amigo”. Si bien yo amplío ese concepto a todas las relaciones que se dan en una vida.
¿Cuál es el rasgo que más deplora de usted mismo?
No saber defender mis ideas. Tengo exceso de tolerancia respecto a las ideas de los demás, aun en mi propio perjuicio. El otro día me enteré que eso se llama ser poco asertivo. Pero vamos, la vida te va puliendo.
¿Cuál ha sido su mayor atrevimiento en la vida?
El “poder de decisión” está dentro de mí y, por tanto, el atrevimiento es mi seña de identidad. Podría nombrar decenas de actos en los que me he echado hacia adelante sin valorar pros o contras. Pocas veces me he arrepentido de seguir los dictados de mi corazón.
¿Cuál considera que es actualmente la virtud más sobrevalorada?
Ser un camaleón, saber vivir de las apariencias. Un mundo lamentable éste, en el que solo valen las apariencias.
¿Qué es lo que más le disgusta de su apariencia?
Físicamente estoy bastante conforme con lo que soy. Me acepto cuando me miro en el espejo, aunque mi cabeza no deja de hacer comparaciones con el pasado.
La palabra que más uso es “hablar”. Creo que el diálogo elimina muchos obstáculos en la convivencia. Pero “hablar” depende de las dos partes.
¿Qué es de lo que más se arrepiente?
Me arrepiento de pocas cosas, si acaso de haber otorgado confianza a gente que no la merecía. Para mí la confianza de los demás es un tesoro.
¿Cuál considera que es su estado actual de ánimo?
Ahora mismo me debato entre la crispación por lo que está ocurriendo en el mundo y en España (a todos los niveles) y la serenidad de haber hecho lo imposible por parar esta atrocidad. Me figuro que dentro de poco llegaré al punto medio, en el que todo esto me importará bastante poco y sacaré a relucir el escalpelo de la ironía.
¿Cuál es su posesión más preciada?
Mis amigos.
¿Cuál considera que es la peor miseria?
Imponer, utilizar el poder sin medida, ser un dictador.
¿Con qué personaje histórico se identifica?
Con Cervantes, por muchos motivos, algunos de ellos inconfesables.
¿Cuál es la cualidad que más le gusta de una mujer?
La transparencia del alma. Este concepto conlleva muchas cualidades creo que por todos conocidas.
¿Y en un hombre?
Además de la sinceridad mis amigos tienen un buen fondo de bondad.
¿Quién es su héroe de ficción?
Don Quijote de la Mancha, un loco que quiso cambiar el mundo.
¿Cómo le gustaría morir?
De repente, sin sufrir demasiado. Sé que la muerte es el final de este camino, pero me aterra más que llegue en forma de enfermedad dolorosa tanto por mí como por mis amigos y familiares, que también sufrirían. Lo natural, a mi modo de entender la vida, es abrir la puerta y decir: “nos vemos”.
¿Qué apodos tiene?
Bacø. Es una larga historia que cuento en un libro que alguna vez verá la luz.
¿Dónde y cuándo es feliz?
No hay un “dónde” definido, pero esos ocasionales momentos de felicidad se suelen dar en espacios naturales (frente al mar, en un bosque, frente al fuego de una chimenea).
¿Cuál es el rasgo de personalidad que menos le gusta de un hombre?
La envidia que conlleva implícitas la injusticia y la calumnia.
¿Qué o quién es el más grande amor de su vida?
Creo que el don que más aprecio es la libertad. Amo la libertad por encima de todo.
¿Cuándo miente?
No recuerdo la última vez que tuve que hacerlo. Mis amigos dicen que mis ojos no saben mentir.
¿Cuál es su idea de la muerte?
La de una puerta que comunica dos mundos.
¿Qué no perdonaría?
La traición.
¿Qué le hace reír?
Últimamente río poco, la verdad.
¿Qué te hace llorar?
La injusticia.
¿Cuál considera que ha sido su mayor logro?
Estar conforme conmigo mismo durante todas las etapas de mi vida. Espero seguir así.
¿Para usted qué es un buen insulto?
Una oportunidad para iniciar una buena reacción.
¿Cuál es su idea de la fidelidad?
Para mí la fidelidad, tanto aplicada a uno mismo como a las relaciones con los demás, es seguir un camino sin engañarse (ni a sí mismo ni a los demás).
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¡Muy bueno! Enhorabuena Esteban!
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