José Ángel Barrueco responde al cuestionario Proust

José Ángel Barrueco (Zamora, 1972) ha publicado las novelas Recuerdos de un cine de barrio (Tecum Editores, 1999; y Baile del Sol, 2009), Monólogo de un canalla (Ediciones de la Tempestad, 2002), Te escribiré una novela (por entregas en La Opinión de Zamora, 2003), Asco (Eutelequia, 2011) y Vivir y morir en Lavapiés (Ediciones Escalera, 2011); la obra de teatro Vengo de matar a un hombre (Editorial Celya, 2004); el libro de microrrelatos El hilo de la ficción (Editorial Celya, 2004); el poemario No hay camino al paraíso (Ya lo dijo Casimiro Parker, 2009), junto a Javier Das, y la selección de textos (artículos, cuentos y poemas) de Para esas noches de insomnio (Ateneo Obrero de Gijón, 2009). En 2012 publicará el poemario Los viajeros de la noche (Huacanamo) y Angustia, la segunda parte de una trilogía que inaugura Asco y cerrará Alumbramiento.

El escritor zamorano confiesa que su posesión más preciada es su biblioteca y que es feliz en una sala de cine y con un libro entre las manos.

¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
La felicidad perfecta, absoluta, no existe como tal. Me conformo con que los de mi alrededor prosigan adelante con salud. Siempre hay algo que te jode la semana, a ti o a los tuyos; de ahí mi visión un poco pesimista.

¿Cuál es su miedo más grande?
Al dolor. Y a que mis familiares sufran.

¿Cuál es el rasgo que más deplora de usted mismo?
Son unos cuantos… Pero prefiero no enumerarlos: podría dar carnaza a mis enemigos y facilitarles el trabajo, y no es plan.

¿Cuál ha sido su mayor atrevimiento en la vida?
Hice cosas muy temerarias, hace bastantes años, en noches de jarana y alcohol. Me podría haber partido la crisma en varias ocasiones.

¿Cuál considera que es actualmente la virtud más sobrevalorada?
La caridad (cuando es sólo una pose).

¿Qué es lo que más le disgusta de su apariencia?
Digamos que me sobra nariz…

¿Cuáles son las palabras que más usa? 
Últimamente varias palabras malsonantes…

¿Qué es de lo que más se arrepiente?
De haber mentido, hace muchos años, a la gente que me importa. Pero ahora procuro no hacerlo.

¿Cuál considera que es su estado actual de ánimo?
El de un viaje en la montaña rusa. Con momentos álgidos de alegría y bajones de tristeza. Resumo las causas: llegó un nuevo miembro de mi familia a la vida y otro nos abandonó. Y todo sucedió en fechas próximas entre sí, por eso sigo aún en esa montaña rusa.

¿Cuál es su posesión más preciada?
Mi biblioteca, repleta de rarezas, inencontrables y descatalogados, etc. Ya va por los 3.300 y pico títulos.

¿Cuál considera que es la peor miseria?
La envidia, probablemente, y todo lo que, en estos tiempos, acarrea: el insulto y el desprecio aprovechándose de la máscara del anonimato, la crueldad, la traición…

¿Con qué personaje histórico se identifica?
Con ninguno, me temo. O no me acuerdo.

¿Cuál es la cualidad que más le gusta de una mujer?
Son demasiadas para enumerarlas aquí.

¿Y en un hombre?
Uf, qué pereza responder a esto…

¿Quién es su héroe de ficción?
Arturo Bandini, El Conde de Monte Cristo, Philip Marlowe, Indiana Jones, Martin Riggs, Aragorn, Robin Hood, Rick Deckard… Probablemente se me olvidan unos cuantos.

¿Cómo le gustaría morir?
No me gustaría morir. Pero, como me tocará, preferiría que fuera sin dolor.

¿Qué apodos tiene?
Hay una lista larguísima. Me quedo con el último, JAB, que es como se me conoce ya en el mundillo literario y digital.

¿Dónde y cuándo es feliz?
En una sala de cine; y con un libro en las manos, sea donde sea. ¿Cuándo? En esas ocasiones.

¿Cuál es el rasgo de personalidad que menos le gusta de un hombre?
La vena machista, cuando la hay.

¿Qué o quién es el más grande amor de su vida?
Mi mujer.

¿Cuándo miente?
Procuro no mentir. Otra cosa es que, a veces, suavice la verdad. Es distinto.

¿Cuál es su idea de la muerte?
Antaño creía en la nada absoluta. Vacío y negrura. Ahora creo en algo más. No exactamente en fantasmas, pero sí en cierta energía que no se evapora tras la muerte del cuerpo.

¿Qué no perdonaría?
Que hicieran un daño irreparable a los míos.

¿Qué le hace reír?
Las bromas privadas de mis amigos, los Hermanos Marx, Muchachada Nui, los diálogos de Don Quijote y Sancho Panza, las buddy movies, los tebeos de Mortadelo y Filemón, los Monty Python, Homer Simpson, la nueva comedia americana (Judd Apatow, etc)… Y, por supuesto, Aznar cuando habla con acento yanqui.

¿Qué le hace llorar?
Creo que sólo la muerte de un ser querido.

¿Cuál considera que ha sido su mayor logro?
Mi hijo.

¿Para usted qué es un buen insulto?
Aquel que requiere cierto ingenio, que no se limite a soltar un taco. Buenos insultos eran los que proferían Quevedo, Cela o Umbral: cortos y dañinos, y con mucho ingenio.

¿Cuál es su idea de la fidelidad?
Consiste en no practicar sexo con otras; ni tontear.

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